La Montura Portuguesa es originaria de Portugal, como su propio nombre indica y la que mayor relevancia tiene entre los portugueses.

Hay datos que remontan esta montura al siglo XVIII, desde sus inicios hasta que han ido evolucionando según las necesidades de los jinetes.


Es una montura de grandes dimensiones, aunque más pequeñas que las españolas.

Pueden ser apta para la doma vaquera, pero es una montura de alta escuela y de paseo.

El peso del jinete va muy bien repartido sobre el dorso del animal y tiene muy buen contacto con este.
Las monturas portuguesas tienen una características que las hace inconfundibles, como pueden ser los grandes borrenes que tiene tanto en la parte delantera como en la trasera. El gran asiento y envolvente hacen más cómodas las largas jornadas. Tienen largos y cuadrados faldones. Se realizan sobre cascos de centeno o de fibra, lo que les aporta una gran resistencia y flexibilidad. Otra de sus características en estas monturas es el colorido, se realizan en cueros de diferentes colores y se adornan con hilos dorados, tachuelas, terciopelos… dando a la silla un aspecto completamente diferencial al resto de monturas, como la montura española o la montura vaquera.
Los estribos que la acompañan, son unos estribos tradicionales, de madera, muy grande y amplios llegando a poder apoyar todo el pie, cerrados por la parte delantera y en alguna ocasión repujados.
En Curtisur disponemos de esta montura acabada, como los materiales necesarios para su elaboración, los cuales han sido seleccionados cuidadosamente para satisfacer al jinete y al profesional con nuestras mejores opciones.

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